Miguel Rojas Sánchez, pedagogo mexicano dice: "La educación es el
vestido de gala para asistir a la fiesta de la vida."
Esta es una noche especial, más allá del profundo
significado que tiene dejar las aulas de este querido Gonzaga, está el hecho
que, durante todos estos años, hemos visto crecer a nuestros hijos. Pero no
hemos venido a hablar de eso ahora, porque hay cosas más trascendentes, como el
significado de la amistad, que siempre perdura.
Curiosamente, cuando pasa el tiempo, caemos en cuenta que
únicamente nuestros amigos que cultivamos en el colegio son los que acompañan a
lo largo de la vida.
Porque la
amistad es la base para crear lazos que son perdurables. Esos lazos, esas
eternas redes que se establecen, son –en definitiva- las que cuentan en la
vida. Porque donde está un amigo no falta nada. Ya nos decía San Pablo que: "una
buena amistad es más fuerte que la muerte y que lo que procura el amigo es
hacer a su amigo todo el bien, y eso es una bendición de Dios"
Iniciamos como los chucaritos, cultivaron las primeras
amistades y finalizó el año lectivo, los Padres de Familia participamos en
todos los actos, por supuesto en los deportes. Las madres siempre fueron las
mejores, los futbolistas siempre vigorosos. Y ahora finalizan este ciclo, con
nostalgia recordar que los Verde 70, no dejaron escuchar el canto a la Virgen
Dolorosa. Como no mencionar el programa FAS, que permitió conocer otra realidad
de nuestra sociedad: Esmeraldas, cosechar chochos, servir a ancianos, compartir
con niños, las manos por Haití, con la
práctica se forja el espíritu ignaciano y se complementa con el programa del
CEL: pañoletas, verdes, amarillas, rojas. Aprender a cocinar, regresar con
algunos utensilios menos (el bol de tu madre está en Riobamba) o de un modelo
diferente, directo al baño luego de algunos días distanciados del agua.
La nostalgia en cada año por los amigos que buscaron
nuevos horizontes, los profesores que se retiraban y los nuevos que se
incorporaban. La asignación del paralelo, que es el secreto mejor guardado por
las Autoridades.
Es el orden de la vida. Cada uno debe navegar, en
búsqueda de ese puerto en el cual debe anclar, con el convencimiento que la
educación recibida en casa, complementada en el Gonzaga permitirá que sean
personas íntegras, con el anhelo que excedan las metas que la vida les ofrezca
y servir a la sociedad. Estimados bachilleres, tienen un mundo por conquistar,
sus metas deben ser altas, pues están forjados con un buen temple de una
educación de calidad, que ustedes quisieron ser moldeados y tienen una historia
que cuidar. El prestigio de una institución, que nos acogió con afecto en este lapso
de nuestras vidas.
De
Charles Reade, novelista inglés de 1861,
cito una frase
“Siembra
una idea y cosecharás una acción.
Siembra
una acción y cosecharás un hábito
Siembra
un hábito y cosecharás carácter
Siembra
carácter y cosecharás un destino”
Por supuesto, cada ex alumno Gonzaga, promoción 2010-2016
tiene una tarea: superar su nueva etapa de estudios (o de la vida) para lo cual es fundamental el compromiso de
toda la comunidad ignaciana, existirán oportunidades de solucionar problemas
que parezcan doblegar la voluntad y arrasar con la esperanza. Su decisión debe
ser el trabajo tesonero y con esa responsabilidad asumir lo que significa ser
un Gonzaga valiente, lleno de ignacianidad.
Es momento entonces, de recordar, que somos dueños de
nuestra voluntad, de nuestros pensamientos, y de nuestros actos. Los invito a
que unidos, afloremos la fuerza interior para hacer frente a la nueva etapa
estudiantil con las dificultades y alegrías, para entenderlas como algo
inherente a la existencia.
Cada uno atesora en su propio baúl, los recuerdos de
los amigos, los profesores, los amores y desamores, pero eso será motivo de
nuestras conversaciones en esta y otras madrugadas.
Podrán existir conocidos, en nuestra vida profesional, pero
no verdaderos amigos, y esto sucede porque nuestros amigos y amigas del colegio
nos han visto crecer, saben nuestras angustias y debilidades, pero también
nuestras sensibilidades y fortalezas.
Que la fuerza de vuestro corazón, la transparencia de vuestros
actos, la pasión y el amor por lo que hagan, guíen vuestro rumbo en esta nueva
etapa y les ayuden día a día. Entonces tenemos porque brindar.
"Si Dios por su gran bondad
Aquí brindando nos tiene
Será porque nos conviene
Hágase, pues, su voluntad"
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