"Basado en los libros de Disciplina Positiva de Jane
Nelsen y Lynn Lott
Muchos padres están llenos
de culpa. Esto es porque o son demasiado controladores (“yo
soy el que manda”) o demasiado permisivos (“Dicen que soy muy débil”). Algunos
padres son una combinación entre el autoritario controlador y el permisivo,
vacilando entre los dos extremos pero sin ser consistentes. Los padres que
practican la disciplina positiva, no son ninguna de las dos cosas, practican la
firmeza junto con la amabilidad, el amor. ¿Cuál de los siguientes estilos se
ajusta más a usted?
El
mandón: Usted tiene todo el poder y sus hijos deben obedecerle
simplemente porque es usted el padre o la madre.
El
débil: Sus hijos son el centro del universo, por lo tanto
ellos tienen todo el poder.
Amable
y Firme: Sus hijos son parte de su familia, no el centro del
universo. Usted conoce la personalidad de sus hijos y puede establecer límites
sin romperles el corazón.
¿Todavía no está seguro de
cuál es su estilo? He aquí más claves. Tanto el padre controlador como el
permisivo reaccionan en lugar de ser propositivos. Esto significa que esperan
hasta que algo suceda y responden a ello en el momento. Los padres amables y
firmes al mismo tiempo, dan un paso atrás, observan y piensan antes de actuar.
Trabajan para encontrar la manera de mostrarles a sus hijos qué podrían hacer,
en lugar de decir constantemente ¡Esto sí! O ¡Esto no!
El padre mandón, a menudo
busca la culpa y recurre al castigo como primera herramienta disciplinaria. Los
padres amables y firmes, buscan soluciones en lugar de culpas y aceptan que la
persona que puede y debería cambiar primero es el adulto. Cambiando usted,
incluso en pequeñas cosas, puede influir positivamente en la conducta de sus
hijos.
Los padres pierden mucho
tiempo y energía pensando en lo que deberían, podrían o querrían hacer. Tienden
a sentir pena por sus hijos cuando ven lo malcriados que están y son incapaces
de permitir que los niños aprendan de sus errores. Si este es su estilo, su
hijo lo está criando a usted, en lugar de que sea usted el líder de la familia.
Usted sobreprotege y no tiene confianza en que sus hijos tienen la habilidad de
aprender y crecer. No les está dando a sus hijos oportunidades para desarrollar
la seguridad de que son “capaces”. Culpable podría ser su sobrenombre.
Si usted es un padre
amable y firme, la culpa tenderá a desaparecer de su vida. Se dará y les dará a
sus hijos permiso de cometer errores, de ser imperfectos y de empezar de nuevo
las veces que sean necesarias.
La educación con un estilo
autoritativo, es decir amable y firme se da por pasos, uno a la vez, y se
refleja en su fortaleza y la de su familia. Ahora piense en las áreas en las
que quiere mejorar y trabaje en un tema a la vez. De esa manera va a evitar agobiarse
y agobiar a sus hijos."
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