viernes, 20 de marzo de 2015

Amabilidad y Firmeza

La Profesora Fabiola Narváez, de Coordinación de Familias,  nos comparte esta información:



"Basado en los libros de Disciplina Positiva de Jane Nelsen y Lynn Lott

Muchos padres están llenos de culpa. Esto es porque o son demasiado controladores (“yo soy el que manda”) o demasiado permisivos (“Dicen que soy muy débil”). Algunos padres son una combinación entre el autoritario controlador y el permisivo, vacilando entre los dos extremos pero sin ser consistentes. Los padres que practican la disciplina positiva, no son ninguna de las dos cosas, practican la firmeza junto con la amabilidad, el amor. ¿Cuál de los siguientes estilos se ajusta más a usted?

El mandón: Usted tiene todo el poder y sus hijos deben obedecerle simplemente porque es usted el padre o la madre.

El débil: Sus hijos son el centro del universo, por lo tanto ellos tienen todo el poder.

Amable y Firme: Sus hijos son parte de su familia, no el centro del universo. Usted conoce la personalidad de sus hijos y puede establecer límites sin romperles el corazón.

¿Todavía no está seguro de cuál es su estilo? He aquí más claves. Tanto el padre controlador como el permisivo reaccionan en lugar de ser propositivos. Esto significa que esperan hasta que algo suceda y responden a ello en el momento. Los padres amables y firmes al mismo tiempo, dan un paso atrás, observan y piensan antes de actuar. Trabajan para encontrar la manera de mostrarles a sus hijos qué podrían hacer, en lugar de decir constantemente ¡Esto sí! O ¡Esto no!

El padre mandón, a menudo busca la culpa y recurre al castigo como primera herramienta disciplinaria. Los padres amables y firmes, buscan soluciones en lugar de culpas y aceptan que la persona que puede y debería cambiar primero es el adulto. Cambiando usted, incluso en pequeñas cosas, puede influir positivamente en la conducta de sus hijos.

Los padres pierden mucho tiempo y energía pensando en lo que deberían, podrían o querrían hacer. Tienden a sentir pena por sus hijos cuando ven lo malcriados que están y son incapaces de permitir que los niños aprendan de sus errores. Si este es su estilo, su hijo lo está criando a usted, en lugar de que sea usted el líder de la familia. Usted sobreprotege y no tiene confianza en que sus hijos tienen la habilidad de aprender y crecer. No les está dando a sus hijos oportunidades para desarrollar la seguridad de que son “capaces”. Culpable podría ser su sobrenombre.

Si usted es un padre amable y firme, la culpa tenderá a desaparecer de su vida. Se dará y les dará a sus hijos permiso de cometer errores, de ser imperfectos y de empezar de nuevo las veces que sean necesarias.

La educación con un estilo autoritativo, es decir amable y firme se da por pasos, uno a la vez, y se refleja en su fortaleza y la de su familia. Ahora piense en las áreas en las que quiere mejorar y trabaje en un tema a la vez. De esa manera va a evitar agobiarse y agobiar a sus hijos."

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